Erosión

La erosión se produce cuando una corriente de partículas típicamente más finas o de gotas de líquido que se desplazan a velocidades entre moderadas y altas, golpea una superficie. En condiciones normales son necesarios varios golpes antes de que se produzca una pérdida de material. Cuando las partículas golpean la superficie de los materiales frágiles, la pérdida se produce como una fractura frágil y en el caso de los materiales dúctiles, tiene lugar como una combinación de formación de virutas, fatiga y fallo por cizallamiento.

La erosión causada por las partículas suspendidas en un líquido se denomina erosión por lodos y es un fenómeno de desgaste habitual en las bombas o puede presentarse como erosión por cavitación, que se produce por la implosión de burbujas de vapor de agua en la superficie de un material, como las carcasas y los impulsores de las bombas. Las superficies sometidas al desgaste por erosión se deterioran con el tiempo y, al debilitarse hacen que la superficie se agriete, se rompa o se perfore.

Las partículas que impactan en las superficies pueden venir de múltiples direcciones, lo que significa que el desgaste puede ser evidente en grandes áreas de la superficie y no estar localizado sólo en un lugar. El mantenimiento regular de las piezas puede limitar el fallo de las mismas o, en el peor de los casos, el cierre total de la planta.